Bienvenidos los turistas

Una de las últimas y graves noticias sobre trabajo, industria y bienestar es el progresivo desmantelamiento del sector agrario: Els Pagesos. Sector asfixiado y perseguido por nuestro actual Gobierno, incapaz de protegerlos y ayudarlos.

Dentro de esta campaña de destrucción de nuestra cultura, tradiciones, costumbres y creación de riqueza en base a nuestros recursos propios, también a germinado la semilla de la turismofobia, otra estrategia política más para empobrecernos. El turismofóbico normalmente no nace, lo hacen o se deja llevar y ahí, inevitablemente, vuelve a entrar ese interés que emana de países extranjeros para poco a poco destruir Cataluña, después de dejar a España en un escenario de tierra quemada, sin industrias ni recursos propios, sin turismo, sin riqueza.

¿Nos hemos vuelto locos?

Existe un plan político globalista para arruinar la vida de las clases obreras y trabajadoras con ganas de prosperar, destruyendo así el actual tejido social y económico que entre todos conseguimos consolidar en España para garantía de futuro.

Los datos económicos sobre la riqueza que genera el turismo en España/Cataluña són tan obvios, que se hace casi imposible de comprender, cómo alguien puede esta en contra del turismo, el de antes y el de ahora, que a pesar de castigarlo fiscal y atractivamente sigue viniendo, convirtiéndose en uno de los motores económicos más importantes de nuestro país.

El gasto de los turistas internacionales, de Enero a Julio superaba los 71.000.000.000,00 (71.000 millones) de euros, un 12% más que el 2023.

Cerca de 54 millones de personas han visitado España en siete meses, cada visitante gastó una media de 1.432,00 euros al mes unos 195 euros al día.

A primeros de Septiembre las cifras siguen en augmento pasando de los 71 millones de euros a 71.108 millones de gastos. En Cataluña el gasto acumulado de turistas representó el 18,9% del total de unos 13.439.000.000,00 de euros.

Ante tales cifras, del turismo viajero y de temporada, cabría pensar como podemos hacer para que el año que viene tengamos más y mejor tursimo, pero como hemos dicho antes y visto en otras ocasiones, existe cierto movimiento pliítico globalista dispuesto a terminar con uno de los pocos recursos propios que nos quedan en España para mantener la riqueza, puestos de trabajo y un saneado intercambio cultural.

Salvemos Palafrugell de la turismofobia, uno más de los muchos peligros que amenazan nuestra sociedad. Que nadie se deje engañar por falsos predicadores del dogma de la sostenibilidad.

Cuida tu pueblo, cuida lo tuyo!

PD: Los IBIs de Calella, Llafranc y Tamariu son un buen impulso económico para nuestro municipio de Palafrugell.